ABRIRSE A LA GRACIA
Abrirse a
la Gracia es la magia de abrirse al Universo y de fluir con el tal y como se
nos presenta. Vivimos en un mundo totalmente interconectado y somos totalmente
interdependientes en este Universo Multidimensional. Eso significa que de
alguna manera estamos tan vinculados a este Universo que dependemos
completamente de el para poder vivir. Es imposible la Separación. No existe, es
inconcebible. La Naturaleza, a través de la Madre Tierra nos nutre, nos protege,
nos alimenta. El aire que inhalamos nos abre y nos da vida, mientras que el
aire que exhalamos nos permite liberarnos de las toxinas dañinas de nuestro organismo.
La Naturaleza se encarga del resto.
De la misma
forma que somos parte del Todo, el Todo
sabe y esta consciente de que nosotros formamos parte de él. En otras
palabras, somos parte de Dios, somos Dios mismo, pero Dios esta consciente de
que somos parte fundamental de su obra. Si eso no fuera así, no existiríamos ni
tendríamos presente nuestra conexión con el. Dios no es masoquista, no crea las
cosas por error y para sufrir. Si somos Dios, él no quiere sufrir por el gusto,
de alguna manera todo lo que nos ofrece es la forma que él quiere que veamos
para experimentar las distintas posibilidades de respuesta. De alguna manera, sufrimos porque no fluimos
con la vida. Sufrimos porque nos oponemos a la vida y no somos conscientes de
lo que la vida nos ofrece. Aquí aplica perfectamente el símil del surfista que
espera la ola para montarla, él se divierte con ella, la pasa bien, si es
grande que bueno, si es larga mejor, si es pequeña, que se hace, y si es corta
no hay mayor problema. A diferencia de quien no esta dispuesto a surfear las
olas y esta en el mar, pues simplemente las olas lo van a revolcar y la va a
pasar muy mal. Esto también nos dice que tenemos una tarea que cumplir y Dios
nos indica con sus señales sutiles cual es la dirección correcta. Aprendamos a
reconocerlas y a fluir en esa dirección.
Dios nos
cuida, Dios nos protege, Dios es consciencia Total. Somos parte de la
consciencia de Dios. Somos Dios en su consciencia. Fluyamos con la vida.
Dejemos que la vida nos indique el camino y atrevámonos a seguirlo. Entendamos
que de nada vale oponernos a las Leyes Divinas, las Leyes de Dios. Todo esta
hecho, todo es, en este momento eterno.
Tenemos el
potencial para crecer. Somos como la semilla de un árbol. Dentro de nosotros esta
encerrada toda la información disponible para ser quienes debemos Ser. Solo
nosotros somos responsables de desarrollar ese potencial. Nadie más puede
hacerlo por nosotros. No permitamos que alguien nos limite y coarte nuestro
potencial. Solo nosotros somos responsables de lo que hacemos y de como lo
hacemos. Solo nosotros somos responsables de fluir con la vida tal y como ella
se nos presenta. Aprovechemos las oportunidades y aprendamos a reconocerlas. Meditemos
y conectémonos a esa Consciencia Universal que nos va a indicar hacia donde
debemos ir, y que debemos hacer.
OMM
Sadashiva
Lograr la armonía entre Dios y nosotros quizás sea lo que debemos hacer en la vida, ya que si estamos en consonancia con Él, seremos uno con Él, y si Él tiene preparado algo bueno para nosotros, entonces, alcanzaremos nuestro máximo potencial.
ResponderEliminarY siguiendo estas ideas, ¿podríamos decir que somos unos dioses en potencia? ¿o es un poco pretencioso pensar así? ¿quién sabe?